Informe Macroeconómico Coyuntural de marzo 2024

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Victor Salas

Chile observa feliz que la actividad productiva se está recuperando y que sale, aunque todavía lentamente del estancamiento que tuvimos el año pasado. El IMACEC de febrero estuvo en la parte alta de las expectativas, marcando una variación de 4,5% anual. Todos los sectores económicos contribuyeron al alza del índice, incididos mayoritariamente por la minería y el resto de los bienes. En su serie desestacionalizada aumentó 0,8% con respecto al mes anterior. Pero, como el mes de marzo tuvo 3 días hábiles menos, el Equipo del Conversatorio estima que, por efecto calendario, se puede esperar un indicador 1,5 p.p. menor, en promedio, al de años anteriores.


Este impulso ha mejorado las proyecciones y el Banco Central de Chile las ajustó, subiendo en 75 puntos porcentuales, alineándolas con las de Hacienda, que estiman un aumento de 2,5% del PIB para 2024. Sin embargo, otras estimaciones recientes indican que las tasas de recuperación de enero y febrero pueden sustentarse en aspectos coyunturales que no se sustentarían en el mediano plazo. Para consolidar esta nueva tendencia en el crecimiento del PIB, la TPM debería bajar fuertemente, lo que es difícil en el ambiente internacional que vive nuestra economía, y además, el Gobierno debería aumentar el gasto fiscal basado en amplios acuerdos políticos que le permitan disponer de nuevos recursos, lo cual es difícil de alcanzar en el actual ambiente político nacional.


Chile a la vez, lamentablemente, también observa, el lento curso que ha tomado la convergencia de la inflación hacia la meta del 3% del Banco Central, tanto es así que el mismo Banco en su reciente IPoM de marzo 2024, reconoce que a fin de este año la inflación debería llegar a 3,9%, un punto porcentual lejos de la proyección que hacía en diciembre 2023, donde la fijaba en 2,9%. Es evidente que el escenario macroeconómico ha sufrido cambios haciendo que el Central haya frenado el ritmo de recortes de la tasa de interés de referencia (TPM), pasando de una disminución de 1% en enero a 0,75% en abril, que ubicó la TPM en 6,5%, en línea con las expectativas de los expertos y analistas de acuerdo con la nueva coyuntura, que sigue presentando alta incertidumbre en el corto plazo, principalmente por factores externos. En este contexto, el corredor de la TPM muestra que la tasa alcanzará en promedio su nivel neutral de 4% aproximadamente entre el tercer y cuarto trimestre de 2025.


Claramente, la inflación se ve afectada por lo que está pasando con la economía de EE.UU. donde su inflación se mantiene en niveles altos (en relación a su rango meta) y con tendencia de leves aumentos. La FED (Banco Central de EE. UU) aún no comienza a recortar su TPM y la mantiene en 5,5% desde agosto 2023, ya que, persisten riesgos en torno a la evolución de su IPC, el cual a marzo subió a 3,5% anual, con una meta del 2%. Además, existen riesgos en torno a su situación fiscal deficitaria, que aumentó 19% nominal desde 2020 y se ubica en 121% de su PIB. La mantención de la TPM en EE.UU. afecta los flujos de capitales en nuestro país y el valor del dólar en el mercado cambiario nacional, depreciación que afecta los precios internos y mete presión inflacionaria, lo que como se ha dicho antes, implica una reducción cautelosa de la TPM de Chile, que a su vez reducirá más lentamente las tasas de interés de las colocaciones del sistema bancario financiero nacional (comerciales y de consumo) afectando claramente los esfuerzos reactivadores de la economía.


Chile observa, también lamentablemente que, aún faltan empleos en Chile, lo que se refleja en que se mantienen altas tasas de desempleo, 8,5% en el trimestre móvil diciembre 2023 a febrero 2024, 0,1 punto porcentual más alta que hace 12 meses y prácticamente igual a la del mes anterior (8,4%), leve incremento que ocurre porque la fuerza laboral aumentó más que las personas ocupadas (3,2% y 3,1% respectivamente). Así, los datos indican que las tasas de desempleo se mantienen altas, justo en los meses donde por estacionalidad productiva (cosecha agrícola, aumento de turismo, mejor tiempo para la construcción, por ejemplo), normalmente se reducen. Los empleos perdidos en pandemia se han ido recuperando, sin embargo, se estima que en Chile aún faltan 261.369 empleos para tener la misma tasa de empleo prepandemia. Mostrando así la actual alta debilidad observable en el mercado laboral.


Finalmente, será necesario tener presente que nuestra coyuntura económica está siendo marcada fuertemente por factores externos, principalmente, por lo que pase en las economías de nuestros principales socios comerciales. En Estados Unidos, su economía crece con fuerza por lo que aún no se vislumbra una convergencia de la inflación a su meta de 2% (subió a 3,5% en marzo) esto, en conjunto con los datos de actividad, empleo y situación fiscal de Estados Unidos, hacen que la FED sea cautelosa en el manejo de su TPM y la mantenga sin variación (5,25-5,50%). Las señales de recorte por parte de la FED se han dilatado y no se espera que ocurran antes del segundo semestre de este año. En China, vemos una economía con leve expansión, donde se presentan dudas sobre su sector inmobiliario. Además, respecto del cobre, a nivel internacional, la situación se está volviendo favorable para Chile, su precio mantiene una tendencia creciente, ha estado subiendo en la última parte de 2023 y principios de 2024 y en abril ha llegado a los US$ 4,48 la libra.


En suma, en la actual coyuntura económica interna el foco estará puesto en las decisiones que tome la FED sobre su TPM, dado el efecto que tendrá el diferencial de tasas en el tipo de cambio y el precio de los bienes y materias primas importados, lo cual impacta directamente en la inflación interna dificultando el control de precios y la reactivación económica del país.



Víctor Salas Opazo y Equipo1

Conversatorio de Política Económica

Departamento de Economía, USACH

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